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La verdadera historia del espejo que en un amanecer ya no pudo reflejar una cara soñolienta

Pedro Ramírez

Al sonar el despertador, se levantó automáticamente de la
cama, estiró sus brazos, bostezó. Ese día se sentía ligeramente
cansado, pero no había tiempo para reprogramar su alarma.
Casi arrastrando los pies, caminó hasta el baño para lavarse la
cara y cepillarse los dientes. Sin embargo, al asentar su mirada
en el espejo, descubrió tristemente que ya no tenía rostro.❧

Anaeli_Espejo