Saltar al contenido

¿Por qué amo ser doctor?

por Pedro Zetina

Amo mi profesión porque:

◘ Mi vida adquirió sentido en la vida de los demás.

◘ Los viernes ya no significan descanso

y cuando salgo de vacaciones

no sé qué hacer con tanto tiempo libre.

◘ Me encanta que los domingos,

a la hora de la comida familiar, me pregunten

qué se debe tomar para cierta molestia.

◘ Me gusta desayunar cuando los demás comen, comer cuando cenan y cenar mientras duermen.

◘ Ya sé cuánto café puedo soportar y cuánto tiempo puedo aguantar sin comer ni dormir.

◘ Nunca termino el tratamiento que preescribo

a los pacientes.

◘ Nadie sabrá nunca en qué turno trabajo

por más que les explique mi calendario de turnos.

◘ Sacar a alguien de un paro cardiorrespiratorio aporta más adrenalina que el boongie.

◘ Conozco enfermedades que no salen ni en “ER”, “Dr. House”, “Anatomía de Grey”… y porque sé que estos programas, donde los médicos hacen todo, radiografías, ponerle una venoclisis y pedir estudios cuyos resultados llegan en minutos, son falsos.

◘ Es un gran reto explicar en una consulta un padecimiento que me tomó años entender.

◘ El hospital es mejor que un Big Brother, unas aventuras en África o una granja de famosos… la vida en él es un collage de aventuras increíbles, historias hilarantes y tragedias impensables.

◘ La falta de recursos para ejercer mi profesión aumenta mi creatividad.

◘ Voy a tener suministro de muestras médicas, consultas con amigos especialistas y condones gratis toda mi vida.

◘ Como creyente, sé que Dios ha guiado mis manos en los momentos difíciles, como cuando atendí mi primer parto y comprendí el milagro de la vida, o cuando acompañé a alguien a morir y sentí su despedida y el dolor de su gente.

◘ La mejor paga no está en tu salario,

sino en la mejoría de tu paciente.

◘ Aprendí a vivir al ver la muerte de cerca, y al ver cómo la gente buena se muere y la gente mala se salva: la muerte no discrimina.

◘ Enseñar lo que he aprendido es mágico,

se alcanza la inmortalidad con ese acto.

◘ Valemos mucho más de lo que piensan y hacemos mucho más de lo que imaginan.